Desde nuestros inicios hemos estado al lado de nuestros clientes, tanto a la hora de hacer valer sus derechos en sede judicial como cuando han tenido que enfrentarse a un proceso judicial por haber recibido una demanda o una querella. Lo anterior nos ha proporcionado una relevante experiencia en litigación y un profundo conocimiento del Derecho procesal.

Somos conscientes de que la litigación es una especialidad que exige un profundo conocimiento del Derecho procesal aplicable, de la ley material aplicable y de la jurisprudencia que la interpreta. Por ello, a la hora de abordar un litigio judicial, combinamos el conocimiento de todo ello, de lo que surgirá la estrategia a seguir, pues: “nunca dos litigios son iguales”.

Así las cosas, y a pesar de que nuestra cultura ante un litigio es la de trabajar para buscar un acuerdo, en caso de no alcanzarlo, defendemos los legítimos intereses de nuestros clientes ante cualquier instancia judicial.